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Cómo ayudar a tus hijos a gestionar sus emociones: Carácter y temperamento infantil | Manejo de emociones en niños

  • Foto del escritor: Myrna Romero
    Myrna Romero
  • 25 mar
  • 3 Min. de lectura


Seguramente, en más de una ocasión, ha presenciado a un niño haciendo un berrinche en el supermercado o a otro que es tan tímido que apenas puede decir su nombre o incluso a aquel que parece siempre estar al borde de una travesura. Al ver estas situaciones, es común pensar: "Espero que mis hijos nunca se porten así".


Como padres, uno de nuestros mayores retos es guiar a nuestros hijos en el reconocimiento y control de sus emociones. Al ayudarles a desarrollar un carácter fuerte y equilibrado, les damos herramientas para relacionarse de manera sana con los demás y enfrentar los desafíos de la vida.


Pero, ¿cómo se forma realmente el carácter? ¿Es algo con lo que se nace o se moldea con el tiempo? Existen muchas creencias en torno a esto, pero en este artículo exploraremos qué es el carácter y el temperamento. Descubre estrategias para el manejo de emociones en niños y cómo guiarlos en su desarrollo emocional según su carácter y temperamento.


El carácter infantil: Se construye día a día.


A diferencia de lo que algunos piensan, el carácter no es algo con lo que nacemos. Se va formando a lo largo de la infancia a través de la educación, las experiencias vividas, las relaciones con los demás y el entorno en el que crecemos.


Los niños son como esponjas, absorben lo que ven y experimentan, especialmente en casa. Su carácter se forja a partir de los esfuerzos que hacen para alcanzar sus metas y de la manera en que manejan los límites que se les imponen.


Por ejemplo, si un niño quiere seguir jugando hasta tarde y sus padres solo le dicen "no" de manera autoritaria o con gritos, es posible que desarrolle un carácter explosivo, reaccionando con enojo para tratar de conseguir lo que quiere. En cambio, si los padres explican con paciencia y firmeza las razones de esa regla, el niño aprenderá a aceptar los límites de una forma más sana.


No se trata de permitir que los niños hagan lo que quieran, sino de establecer normas con amor y comunicación, ayudándolos a comprender la importancia de la disciplina y el respeto.




¿Cómo ayudar a los niños a formar un buen carácter?


Aquí algunos consejos prácticos:

 

  • Fomenta un ambiente de amor y respeto: Los niños que crecen en hogares donde se sienten seguros y valorados desarrollan un carácter más equilibrado y pacífico.

  • Permíteles experimentar: Deja que exploren su entorno, que tomen pequeñas decisiones y aprendan de sus errores. Esto les dará confianza y fomentará su autonomía.

  • Ofrece actividades acordes a su edad: Proporcionales experiencias que despierten su interés y les ayudarán a desarrollar habilidades emocionales y sociales.

  • Comunica con amor y claridad: En lugar de imponer reglas sin explicación, dialoga con ellos y explícales el porqué de cada norma.


El temperamento infantil: Una predisposición con la que nacemos


A diferencia del carácter, el temperamento sí es innato. Es la manera en la que los niños reaccionan a los estímulos externos y manejan sus emociones desde sus primeros días de vida.


Por ejemplo, un niño con un temperamento activo se sentirá feliz en un ambiente dinámico con muchas actividades, mientras que uno más tranquilo necesitará tiempos de calma para sentirse seguro.


Tipos de temperamento infantil


Los especialistas han identificado tres tipos principales de temperamento en los niños:


Ø  Adaptables: Son niños sonrientes, tranquilos, que aceptan cambios con facilidad y reaccionan de manera serena a los estímulos.

Ø  Intensos: Son niños activos, curiosos, con alta sensibilidad a los estímulos y que suelen reaccionar con intensidad.

Ø  Lentos en adaptarse: Son niños que aprenden rápido las reglas y las rutinas, les cuesta aceptar los cambios, pero lo logran con el tiempo, son tímidos y poco activos.


Es importante entender el temperamento de tus hijos para aceptarlos como son, para trabajar con sus características en lugar de imponerles reglas o rutinas que no le van a ayudar a forjar un buen carácter. Enfócate en trabajar con las emociones, así tus hijos aprenderán a identificarlas y controlarlas, eso les ayudará a tener mejor temperamento y carácter.

 



Ahora ya lo sabes, el carácter se forma con las experiencias y enseñanzas que recibimos en la niñez y el temperamento es innato, lo desarrollamos al estar frente a estímulos externos, es decir, la facilidad o dificultad que tenemos para adaptarnos a diferentes situaciones, estando en distintos entornos.

 
 
 

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